En noviembre de 2024, nuestros voluntarios tuvieron la oportunidad de compartir el amor de Jesús y, para nosotros, fueron muy especiales las últimas horas que pasamos en el polideportivo de Torrent, donde compartimos el evangelio con familias que habían perdido sus casas y vivían en las instalaciones de manera provisional. Jorge y Leonel, que eran voluntarios en el viaje, encontraron a Juan y le hablaron de Jesús. Tras haber orado su esposa por él durante 30 años, este día Juan aceptó a Jesús en su corazón como su Señor y Salvador.