por Alberto Bores | Mar 22, 2024 | Sin categoría
Viajábamos en coche de Valladolid a Roscales de la Peña, el pueblo donde nací, me crie y donde todavía vivía mi madre, allá por la Montaña Palentina. No lo hacíamos muy a menudo por causa de las ocupaciones, durante la semana por el trabajo y los fines de semana por las actividades de la iglesia. En épocas de vacaciones siempre procurábamos tener algunos días de encuentro de la familia; mi madre, los ocho hermanos y los hijos y sobrinos que se iban añadiendo, especialmente en las fechas en que mi única hermana, monja casi de clausura, podía venir a pasar una semana con nosotros. Había además una fecha muy especial, para hacer ese viaje, que eran los días de Carnaval, o Antruido que dicen en mi pueblo, porque en Castilla y León ese lunes y martes son días no lectivos. Así que mi esposa y yo, como profesores, y mis hijos como alumnos, teníamos esos días libres. Se daba la circunstancia de que en esas fechas, aunque variables cada año, solía haber nieve en una pradera inclinada al lado de la casa, donde mis hijos disfrutaban lanzándose con los trineos. Eso compensaba, en parte, la ausencia de sus primos con los que coincidían en otras ocasiones y no en ésta porque sus padres, mis hermanos, tenían que atender a sus trabajos. Y para mi esposa y para mí era una buena oportunidad para hablar a solas con mi madre, fuera del ajetreo que se producía en otras ocasiones cuando nos juntábamos un montón de personas. A mi madre le gustaba hablar de temas espirituales y había empezado a leer la Biblia de letra grande que mi hermano Roberto le había regalado. Estaba muy atenta a las lecturas que se hacían en la misa y a las homilías de los curas que las celebraban y cuando hablábamos por teléfono, ya de noche, me hacía muchas preguntas. Pero cuando la visitábamos estaba tan ocupada durante el día con sus gallinas, sus conejos, sus gatos, su perro y su huerto que era difícil pillarla un rato sentada para hablar. En Carnaval, al estar sola, aunque fuera mientras hacía la masa para las orejuelas típicas de la época, sacábamos el tema del Evangelio y charlábamos un rato. Pero esta es otra historia.
Sonó el teléfono móvil de mi esposa
Decía que viajábamos de Valladolid a Roscales, en coche. Íbamos mi esposa y yo solos porque mis hijos ya se habían ido a vivir a Madrid. Ya eran mayores y se habían independizado. Poco antes de llegar a Carrión de los Condes, justo donde se empiezan a ver esa montañas azules de la Cordillera Cantábrica donde se destacan El Espigüete y el Curavacas… y la Peña Redonda, que indica por dónde cae mi pueblo, sonó el teléfono móvil de mi esposa, que era el que yo había usado durante años. Era Beni Moreno que preguntaba por mí. Me resultaba anacrónico y fuera de lugar. Una llamada desde Madrid, en plena Tierra de Campos, con las preciosas vistas de la Montaña Palentina, camino de mi pueblo. Hacía un sol espléndido, un aire frío pero sin viento, un paisaje precioso y tranquilo, y un camino de tierra que salía a la derecha de la carretera con un espacio suficiente para aparcar sin interferir en la entrada o salida de algún tractor que, eventualmente, pudiera necesitar vía libre. Así que paré y atendí la llamada paseando por el camino de tierra. Beni me pedía permiso para facilitar mi número de teléfono a un hombre que, habiendo visto un programa de Buenas Noticias TV, había llamado para pedir el Nuevo Testamento que se ofrecía desde el programa. ¿Y por qué pedía mi número, de qué me conocía ese hombre?
Desde hace varios años, me envían desde Canal de Vida algunas direcciones y teléfonos de personas de la provincia de Valladolid que han respondido al programa y han mostrado interés en continuar conociendo más del Evangelio. Parece que, dos años atrás, yo había llamado a uno de estos contactos, un hombre llamado Carlos, con quien había tenido una buena conversación sobre cosas espirituales, pero que ya se había dado por satisfecho con eso. A pesar de todo yo le había dado mi número por si, en otra ocasión, volvía a interesarle seguir hablando del tema. Es lo que suelo hacer con todos los contactos cuando la relación parece que llega a su fin. La pelota queda en su tejado. Y yo espero que Dios mueva a esa persona a seguir buscando. En este caso, Carlos había cambiado de móvil y había perdido mi contacto y Beni tenía el número de teléfono que ahora era de mi esposa. Pero eso, para el Señor, no son inconvenientes.
Carlos aceptó con entusiasmo quedar conmigo
Así que yo le pasé a Beni mi nuevo número de teléfono y ella me pasó el número de Carlos. No recuerdo quién llamó a quien, pero lo cierto es que Carlos aceptó con entusiasmo quedar conmigo a tomar un café para hablar. En los dos últimos años había estado leyendo la Biblia y considerando la necesidad de contactar con otros creyentes. Así que aceptó la invitación a visitarnos en la iglesia y se encontró a gusto. Entabló relación con otros creyentes que enseguida se acercaron a él y se comprometió a hacer estudios bíblicos para llegar a entender el mensaje del Evangelio y el compromiso que adquiriría en el caso de decidir bautizarse. Porque tenía que entender que aceptar el Evangelio como un regalo de Dios, implica también pagar un precio que consiste en un cambio de vida. Para seguir a Jesús hay que renunciar a seguir nuestro propio camino.
Finalmente se bautizó y a día de hoy sigue con nosotros. Tiene una gran carga por su esposa y sus hijas que no son creyentes. Y también por su madre, de mucha edad, a la que atiende como un buen hijo y trata de persuadir para que se acerque a Dios. Esta pasada semana ha estado con ella constantemente en el hospital por una operación de cadera a causa de una caída. La ha invitado a aceptar a Jesús como su Salvador y ella ha aceptado. Aunque la operación salió bien, la típica infección de quirófano la ha llevado a una situación crítica hasta el punto de tener que sedarla. Carlos se mueve entre la esperanza y el deseo de que se recupere. Al mismo tiempo está agradecido a Dios por poder oír de la boca de su madre que acepta a Jesús.
Esta mañana me ha llamado para decirme “mi amada madre ha partido hacia el Señor”. Los hermanos de la iglesia estamos enviándole mensajes de ánimo y nos hemos puesto a su disposición para lo que nos necesite. Estaremos acompañándolo estos días de dolor como es propio de los miembros de una misma familia, la familia de la fe. Dios le consuele.
Es Dios quien lo va a hacer
Tal vez porque no he tenido muchas experiencias de personas convertidas por medio de mi exposición del Evangelio, me aferro al texto de 1 Corintios 3:5-8 donde dice que el que cuenta es Dios que es el que hace crecer. Yo me siento impotente a la hora de convencer a la gente para que crea en el Evangelio, por eso descanso en la confianza en que es Dios quien lo va a hacer.
Pero ¡Cuidado! Me digo a mí mismo. Dios es el que hace crecer, pero Pablo plantó y Apolo regó. Dios cuenta con nosotros, nos invita y nos exhorta a participar en su plan de salvación. Yo he tenido el privilegio de participar en la conversión de Carlos aunque solo fuera echando un poco agua con la regadera. Hoy me invitó a decir unas palabras a los familiares y amigos que velaban a su madre en el tanatorio. Se quedaron extrañados, pero escucharon con respeto tanto a mí cuando les dije que nuestra esperanza estaba en el sacrificio de Jesús y en nuestra fe en Él, como a Carlos cuando les dijo que así se lo había explicado a su madre y ella lo había aceptado. Carlos tuvo el valor de aprovechar la situación a pesar del rechazo que siempre ha sufrido, por hacerse “evangélico”, entre los miembros de su familia. Yo simplemente estaba allí, acompañándolo, pero dispuesto a dar testimonio en cuanto me lo pidió. ¿Plantar, regar? Lo que sea, lo que haga falta en cada momento. Pero recordando esto: ¡Dios cuenta con nosotros!
Alberto Bores es pastor de la Iglesia Evangélica Comunidad Cristiana Camino de Vida en Valladolid. Ha participado y colaborado en muchas campañas de Decisión junto con su esposa Gloria García.
FOTO: Iglesia de El Salvador – Roscales de la Peña (Wikipedia)
por José Luis Briones | Feb 22, 2024 | Sin categoría
Recuerdo que en la primavera pasada estuve con mi esposa visitando el cementerio, para ver cómo había quedado la lápida en el nicho de mi suegra fallecida unos meses atrás. Estábamos solos en este lugar hasta que llegó allí un joven procedente de Cataluña, quien había venido unos días al pueblo para ver a su familia. Había llegado al cementerio tratando de encontrar el nicho de un tío suyo. Coincidentemente el nicho estaba muy cerca del de mi suegra; en el mármol de la lápida estaba grabada la estrella de David lo que nos dio ocasión para hacer puentes en la comunicación, le compartimos que nosotros leemos la biblia, y le hablamos del mensaje del Evangelio y la esperanza en Jesucristo. Resulta que este joven vive en Castelldefels, Barcelona, junto al Seminario IBSTE, lo que fue una ocasión providencial para que pudiera contactar con los creyentes allí.

Jesús dijo: “Id y hacer discípulos a todas las naciones bautizándolas en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo” (Mateo 28:19-20) Complementado con Hechos 1:8 “Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta lo último de la tierra”. ¡Un mandamiento que no ha perdido su vigencia hoy! Empezando por “Jerusalén” el entorno donde vivimos, nuestro barrio, pueblo o ciudad; “Judea” los pueblos y ciudades de nuestra geografía; “Samaria” lugares donde no queremos ir por diversas circunstancias y “hasta lo último de la tierra” fuera de nuestras fronteras hasta donde tengamos oportunidad orando, yendo, apoyando a los que van u ofrendando a su favor. Jesús nos dejó el ejemplo:” Recorría Jesús todas las ciudades y aldeas, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino” (Mateo 9:35).
Como ministerio de Decisión, por la misericordia del Señor llevamos extendiendo el Evangelio ya por 47 años en España con campañas evangelísticas en pueblos y ciudades, y en otros países a través de Operación Niño de la Navidad, En Busca de Jesús (por internet), etc. cumpliendo el mandamiento de nuestro Señor. Ya son muchos años evangelizando, llevando el amor y perdón de Jesucristo a miles de personas y viendo muchas vidas alcanzadas para el reino de Dios.

Somos deudores
Nunca deberíamos plantearnos si tenemos que seguir compartiendo la fe hoy, ni tampoco si estamos obligados a continuar hasta el final. Tenemos la respuesta clarísima: Jesús encomienda a su Iglesia la tarea de extender el Evangelio, la buena noticia de salvación hasta lo último de la Tierra, lo que nos impulsa a seguir con la tarea nosotros y todos los creyentes. Además, somos deudores. Alguien nos habló a nosotros de Jesucristo y creímos aceptando el perdón de nuestros pecados y la salvación, consecuentemente somos deudores hoy para compartir el único mensaje que puede transformar las vidas ahora y para la eternidad, y debemos hacerlo intencionadamente y con propósito; esta es la única razón de la venida de Jesucristo y de su sacrificio en la cruz a favor de toda la humanidad y este es el llamado que tenemos todo el pueblo de Dios, su iglesia.
Dios me ha permitido realizar esta labor en el Ministerio de Evangelización de la familia bautista de Madrid, donde he llevado la dirección por 14 años, ha sido un desafío y una bendición trabajar para extender el Evangelio en toda la Comunidad de Madrid, incluyendo Castilla la Mancha y Castilla León con un total de 25 iglesia, proveyendo herramientas y todo lo necesario para dar un testimonio efectivo del mensaje de salvación en Jesucristo. Hemos visto el crecimiento con nuevos lugares de testimonio abiertos y nuevos hermanos y hermanas que han aceptado a Jesús y están involucrados en la gran comisión.
También en el Centro de Estudios Teológicos de Madrid (CET), el plan y objetivo ha sido concienciar a los estudiantes en que la evangelización forme parte en sus vidas, para que ellos a su vez transmitan esta visión a sus iglesias locales, poniéndolo en práctica como algo no esporádico sino permanente, como profesor esa ha sido mi meta. Cuesta trabajo concienciar de este llamado aunque me ha sorprendido con gozo escuchar a algunos estudiantes como a nivel personal y de iglesia estaban involucrados en la evangelización, compartiendo experiencias de vidas salvadas por su testimonio con familias, vecinos, compañeros de trabajo y de estudios, la verdad es que había alegría en ellos por cumplir el mandamiento del Señor. Pero a la vez entiendo que con el tiempo las iglesias y los creyentes aflojamos en nuestro compromiso de ser “testigos” centrándonos en nosotros mismos y en nuestra labor local (esto nos puede suceder a todos) y dejamos a un lado ésta responsabilidad, por lo que debemos evaluar de nuevo donde estamos, como diría el profeta Jeremía 6:16: “Paraos en los caminos, y mirad, y preguntar por las sendas antiguas, cuál sea el buen camino, y andad por él, y hallareis descanso para vuestra alma,” pedir ayuda al Señor y renovar la visión para seguir cumpliendo la gran comisión.

Una tarea gloriosa
Todo lo que hacemos sea a nivel personal o como ministerio para compartir las nuevas de salvación lleva su fruto, Dios lo usa por su Espíritu Santo quien es el verdadero evangelista. “Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio” (Juan 16:8) y los creyentes debemos ser sus colaboradores: “Porque nosotros somos colaboradores de Dios” (1ª Corintios 3:9) en esta gloriosa tarea.
No nos conformamos con lo hecho hasta aquí, queremos vivir y compartir nuestra razón de ser. Sabemos que cuando compartimos el Evangelio está en juego la vida y la eternidad de las personas: salvación eterna si se arrepienten de sus pecados y aceptan a Jesucristo como Salvador y Señor, pero condenación eterna si rechazan a Jesucristo. Es nuestro gran desafío.
¿Qué responderemos al Señor en la práctica? ¡Dios nos ayude a vivir cómo Él quiere que vivamos!
por Daniel Bores García | Feb 9, 2024 | Ayuda Espiritual, Destacado
Durante más de quince años formé parte de una banda de música rock, Ancla-2, que se inició con la firme convicción de que la Palabra de Dios debía ser predicada en todo lugar. El más mayor de la banda tenía 16 años y el bajista, mi hermano Rubén, tan solo 10. A los pocos años de comenzar ya estábamos tocando en salas de conciertos, pubs y discotecas de varias provincias de España.
En verano del año 2006, como parte del programa de una campaña evangelística de Decisión en la población de Manlleu (Barcelona), mi grupo Ancla-2 actuaba en un parque público. El Ayuntamiento había proporcionado el escenario y habíamos estado toda la tarde montando el equipo de luces y sonido. Al llegar la noche comenzó el concierto. Decenas de personas se acercaron con curiosidad, y desde el escenario podíamos contemplar de manera privilegiada la curiosa escena: círculos de jóvenes haciendo botellón se entremezclaban con otros jóvenes con la camiseta de voluntarios de Decisión. El ambiente era festivo y no dudamos en cantar a pleno pulmón letras que hablaban de todo un poco pero del amor de Dios sobre todo.
Solo chapurreaba algo de español
En medio del frenesí del concierto Giles, un misionero americano recién llegado a España que solo chapurreaba algunas frases en español, se atrevió a acercarse a hablar con un grupo de jóvenes que estaban escuchando el concierto mientras bebían. Al día siguiente Giles, aún temblando de la emoción, nos compartía que durante casi una hora había podido mantener una conversación sobre Dios con aquellos chavales españoles. Al terminar aquella conversación Giles no podía explicarse de dónde había salido todo ese vocabulario y esa forma exquisita de construir frases gramaticalmente correctas. ¿Cómo un hombre de Chicago que llevaba tan solo unos meses en España había sido capaz de hablar del Evangelio con un grupo de jóvenes españoles durante casi una hora en medio de un concierto de rock?

Entonces dijo Moisés a Jehová: ¡Ay, Señor! nunca he sido hombre de fácil palabra, ni antes, ni desde que tú hablas a tu siervo; porque soy tardo en el habla y torpe de lengua. Y Jehová le respondió: ¿Quién dio la boca al hombre? ¿o quién hizo al mudo y al sordo, al que ve y al ciego? ¿No soy yo Jehová? Ahora pues, ve, y yo estaré con tu boca, y te enseñaré lo que hayas de hablar. (Éxodo 4:10-12)
Nosotros teníamos todas las excusas del mundo: somos jóvenes, no somos un grupo de música conocido…
Giles también las tenía: no sé el idioma, no conozco la cultura, soy demasiado mayor…
Sin embargo, Dios usó a cuatro adolescentes con guitarras y a un misionero americano recién llegado para sembrar la semilla del Evangelio en Manlleu, una población sin iglesia evangélica hasta aquel momento.
¿Y tú, qué excusas tienes?
por Andrés Vaquero | Feb 1, 2024 | Ayuda Espiritual, Destacado
Nací en una familia cristiana que conoció el evangelio en la época de la dictadura en España. Muchas personas lo escucharon en reuniones clandestinas, pero el interés se fue perdiendo. Algunos se apartaron por miedo, otros huyeron a Francia y otros simplemente no encontraron lo que buscaban.
Así que, años después, yo crecí en una iglesia compuesta únicamente por la familia de mis padres y la de mis tíos, en la pequeña ciudad de Béjar, al sur de Castilla y León. De tarde en tarde íbamos a la iglesia de Salamanca, que está a una hora de coche, a algún acontecimiento especial. Era como ir de viaje al otro lado del mundo; solo ocurría una vez cada ciertos años (hoy voy todos los días a trabajar allí). Esa iglesia era el único contacto que teníamos con otros cristianos evangélicos, y una vez al mes venía alguno de sus responsables a visitarnos.
Cuando la adolescencia llamó a mi puerta, empezaron a surgir en mi mente pensamientos acerca de cómo podría encontrar algún día una pareja con la que compartir una familia. Me topé de frente con la gran dificultad de conocer alguna chica dentro de la fe que mis padres me habían inculcado, pues aunque yo no había hecho de esa fe algo personal, sí que entendía la importancia trascendental de esas creencias y el gran error que supondría dejarlas de lado a la hora de tomar una decisión tan importante como con quién pasar el resto de mi vida.
Y así llegué a mi juventud. La iglesia para mí era una obligación de los domingos y no dudaba en evitar la reunión rutinaria de los jueves con cualquier excusa. Yo cumplía unos ritos religiosos aprendidos sin implicar demasiado mi corazón en ellos.

La campaña de Decisión en Béjar
En esa época, por una serie de circunstancias, los responsables de Decisión eligieron nuestra ciudad para venir a hacer la campaña de verano de 1987. El eslogan de la campaña era: “Ven y ve”.
Muchos bejaranos vinieron a los actos de la campaña y por la misericordia de Dios vieron algo que les atrajo poderosamente. Fue toda una revolución. Decenas de personas empezaron a venir a un nuevo local que se tuvo que alquilar poco tiempo antes. Entre ellas, muchos jóvenes llenos de alegría e interés. Las reuniones se multiplicaron; todos los días había alguna a la que los asistentes estaban deseando ir y que no querían que acabara.
Yo me encontraba fuera de lugar, era un extraño en mi propia casa. Podía ver cómo mi familia se contagiaba de ese ambiente y yo me daba cada vez más cuenta de que me estaba quedando fuera. No entendía que el mensaje que llevaba toda la vida en mi cabeza pudiera producir ese interés, esa alegría, esa vida. Pero con el tiempo Dios utilizó todos aquellos cambios para llevarme a aceptar a Cristo como mi salvador personal, y no solo como un conocimiento aprendido.
Además, entre todas las personas que comenzaron a estudiar la Biblia y a reunirse en torno al evangelio, Dios llevó a la iglesia a una muy especial para mí: Montse, la que hoy es mi mujer, con la que comparto mi vida y dos hijas.
Desde entonces procuramos ir a colaborar a las campañas de Decisión como agradecimiento a lo que hicieron el verano de 1987, pero también convencidos de que el trabajo de llevar el evangelio a otras personas, cambia vidas de forma real y palpable.

Un milagro imposible de imaginar
Para mí, fue un milagro imposible de imaginar a nivel humano y el caldo de cultivo adecuado para ver mi auténtica necesidad y poco a poco acabar entregando mi vida a Cristo.
Para mi mujer, fue un descubrimiento eterno que cambió su vida radicalmente, que la llevó de la muerte a la vida. Una vida con propósito, aceptación y esperanza.
Para mi iglesia, fue un antes y un después.
Hoy en día tenemos en la iglesia fotografías de nuestra historia. En esas imágenes hay personas que Dios nos envió para traernos vida, enseñarnos, animarnos y cuidarnos (desde los años de la dictadura, hasta hoy), a las que estamos muy agradecidos. Y en algunas, ocasiones cuando compartimos tiempo juntos, alguien recuerda con un brillo especial en los ojos cómo fue aquel encuentro con el evangelio en un momento tan crucial para su vida en el que una persona con una sonrisa les dijo “Ven y ve” (Juan 1:46).
por Johan Carlsén | Ene 18, 2024 | Ayuda Espiritual
José Peláez se enteró de mi deseo de entrar en la cárcel para ayudar a los presos. Para entrar como capellán necesitaba una invitación desde dentro de la cárcel, y realmente no sé cómo José Peláez se enteró de que yo existía, pero me invitó. Al final, conseguí mi permiso. La cárcel tenía ocho módulos y yo tenía que visitar módulo tras módulo. Gracias a Dios, pronto se añadieron algunas mujeres conmigo para visitar también el módulo de mujeres.
Al entrar en el módulo de José Peláez con mi traje y corbata en aquel entonces, le vi en la “biblioteca” de la cárcel, donde curiosamente no había ningún libro ni periódico. Esto pasó en el mes de febrero, y hacía mucho frío. No obstante, se reunió un buen grupo de personas conmigo y José Peláez, quizás unos 40 a 50 reclusos. Yo les prediqué y al final hice una preguntaba a José: ¿Crees en Jesucristo? ¿Quieres entregarte a Jesucristo? El respondió que “sí”.
En aquel tiempo yo no conocía la vida en la cárcel, pero le dije a José; “De acuerdo vamos a arrodillarnos tu y yo aquí y orar a Jesucristo”. Nos arrodillamos y oramos y José entró en la vida con Jesucristo. Después José me contó como él “sudaba” en el frío, porque se arrodillaba delante de muchos reclusos en la cárcel. Lo peor en la cárcel es ser llamado “gallina” o mostrarse débil. Esto le afectó profundamente, pero se entregó de corazón. Jesucristo le transformó y José le siguió hasta el día de su muerte, unos 20 años después.
Cómo José entendió el evangelio de Jesucristo
José entendió el evangelio a través de la Biblia y la literatura que le llevé. Me dijo que entendió lo que Jesucristo había hecho por medio de una historia del Oeste Salvaje de Estados Unidos. La historia trata sobre dos hermanos gemelos que eran idénticos por fuera, pero muy diferentes por dentro, vivían en un pueblo del Oeste de Estados Unidos. Un gemelo era cristiano e iba a la iglesia y vivía una vida piadosa. El otro era un bebedor, jugador e inmoral. El segundo, estaba un día en el bar, se enfadó con un hombre en la barra, y le apuñaló con un cuchillo, y el hombre murió. Había muchos testigos en el bar, y el hombre salió corriendo, y se fue a las afueras del pueblo, donde vivía su hermano gemelo. Su hermano estaba vistiéndose para ir al culto, cuando entró con fuerza su hermano y en pocas palabras le contó lo que le pasó. Su hermano le dijo, toma mi camisa y dame la tuya ensangrentada. Justo tuvieron tiempo de cambiarse, cuando alguien entró detrás para agarrarle. Dijeron, es el que lleva la camisa ensangrentada, ¡apresadle! Le llevaron a la cárcel y el hermano culpable se fue a la montaña.
En el Oeste Salvaje normalmente, en los pueblos pequeños, tenían un alcalde que hacía el papel de juez. Al otro día se hizo un juicio rápido. Hubo muchos testigos que reconocieron al culpable, de modo que rápidamente le juzgaron, le ahorcaron y enterraron. Al final, el hermano se enteró del asunto, y al entrar en el pueblo, dijo al “juez” que se habían equivocado. Pero el juez le dijo que este asunto ya estaba arreglado y pagado. Entonces, el hermano dijo: “Hermano, al igual que tu cogiste mi camisa, yo llevaré tu camisa”. En este momento tuvo una conversión verdadera, y comenzó a vivir la vida de su hermano en la iglesia hasta su muerte.
José Peláez me dijo, que con esta historia entendió que Jesucristo tomó su camisa, y le dio a él su vestido de justicia. José Peláez estaba declarado justo y limpio, por el poder de Jesucristo; porque Jesucristo se llevó todos sus pecados. Esto fue la base de su salvación y conversión.
Cuando José salió de la cárcel se fue a un centro de rehabilitación. Después, vino a nuestra iglesia y se casó con una mujer de la congregación. Tanto él, como yo tuvimos hijas al mismo tiempo. Después se trasladó con su esposa a Córdoba, donde unos 15 años después de ir allí murió en el hospital.
Debemos evangelizar porque da fruto
Tanto José como yo evangelizamos y predicamos el evangelio de Jesucristo. José compartió el Evangelio con su hermano Luis, que también se acercó a la iglesia. Tú y yo debemos sembrar estas “buenas noticias” en los corazones de nuestros familiares y amigos. Lo hacemos con fe en Jesucristo, porque es una buena semilla que da vida eterna.
Jesucristo nos mandó: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. (Marcos 16:15). Esta historia es un ejemplo de lo que Dios hace. Yo obedecí y él lo respaldó y salvó a José de una forma milagrosa. Yo no tenía poder para cambiar a José, pero sí podía obedecer a Dios, salir y predicar. El resto lo hizo Jesucristo. ¡Bendito sea su Nombre! No hay otro nombre en la tierra que puede salvar al hombre de sus pecados (Hch.4:12).
Por Johan Carlsén, actualmente trabajando en Bigastro (Alicante)
Cuando Johan estudiaba en un seminario evangélico en Suecia, Dios le dijo audiblemente “Vete a España”; un país que no conocía. Fue con su esposa a España en 1976 para aprender el idioma en Costa del Sol. Eran muy jóvenes. El 1 de enero 1979 llegaron a Castellón de la Plana. Junto con cinco hermanos en el lugar comenzamos a levantar una iglesia. Evangelizó utilizando muchos métodos: radio, folletos, muchos folletos, teniendo un puesto en el mercadillo, haciendo campañas de evangelización, y también comenzando a ir a la cárcel. Hoy, después de más de 40 años de ministerio, Johan ha fundado varias iglesias y sigue trabajando en la plantación de nuevas.
por David de Lago | Oct 12, 2020 | Ayuda Espiritual, Destacado
No todos los países tienen el privilegio de tener su nombre escrito en la Biblia. La palabra España como tal, aparece dos veces en el Nuevo Testamento. Pero si nos ponemos un poco tiquismiquis la palabra Tharsis empieza a sonar desde el primer libro de la Biblia en los descendientes de los hijos de Noé (Génesis 10:2-4). El rey Salomón tenía una flota de barcos en Tharsis (1 Reyes 10: 21-22). Josafat también mandó hacer barcos de Tharsis (1 Reyes 22:48, 2 Crónicas 20: 35-36). El profeta Jeremías hace también referencia al poderío de España (Tharsis) (Jeremías 10: 7-9). Ezequiel también habla del comercio con Tharsis (Ezequiel 27:12).Isaías menciona España(Tharsis) como un lugar de poder que será rebajado por Dios (Isaías 2:12-16) Barcos de España(Tharsis)llevarán a su pueblo de vuelta (Isaías 60:9). El libro de los salmos hace referencia también en el Salmo 48:72. El libro Cantar de los Cantares 5:10-14 y el conocido momento donde Jonás decide irse a Tharsis en vez de ir a Nínive.[1]
Así que no son solo dos menciones. El mundo desde sus inicios ha tenido a España en la mente como una nación poderosa en lo material, un lugar donde millones de personas eligen está nación por su belleza y venir de vacaciones. Pero también es conocido como uno de los países con muchos problemas. Y uno de los mayores problemas es su falta de fe en Jesucristo. La tradición católica, la política, el bienestar económico, el fútbol, el amor al dinero y las apuestas, la libertad sexual, el mundo de la droga, la trata de personas, la infidelidad… han tapado la fe y la esperanza del evangelio. Pero su iglesia ora, se mueve, se da por el necesitado, se da por el enfermo, se da por todo el mundo. La iglesia ora por España clamando por un cambio, clamando por salvación para esta nación.
Te pido que dediques unos minutos a bendecir España y aunque sea en la distancia, oremos juntos:
Señor Jesús, te reconocemos como Rey y Salvador de nuestras vidas.
Bendice España y trae salud. Da sabiduría y dirección a nuestro gobierno.
Cuida a los enfermos en los hospitales y protege a los niños en las escuelas.
Guarda a nuestros mayores. Bendice las familias y los jóvenes trabajadores.
Te pedimos por tantos que no te conocen en esta nación, que puedan conocerte de verdad.
Rompe con su orgullo, sus miedos y sus clichés falsos sobre ti. Te suplicamos que salves España.
Te pedimos que muevas a tu iglesia a la calle a anunciar que estás vivo y que tú, solamente tú, eres el camino al Padre.
Espíritu Santo te pedimos que te muevas en tu iglesia con poder, levantando jóvenes apasionados de alcanzar pueblos y ciudades que todavía no tienen una iglesia.
Dios cambia nuestra nación, mueve a tu iglesia.
Te amamos, en el nombre de Jesús te lo pedimos, amén.
[1]https://www.religionenlibertad.com/blog/31822/de-las-referencias-a-espana-muchas-mas-de-las-que-nadie.html
por Jose Pablo Sánchez | Oct 8, 2020 | Comunicación
El confinamiento provocado por la pandemia del coronavirus ha generado una revolución en el uso de los medios audiovisuales. Las videoconferencias se han normalizado como el medio más común para encuentros y reuniones de todo tipo. En un artículo anterior expliqué cómo conseguir una buena imagen en las videoconferencias, puedes verlo aquí . Ahora vamos a ver las claves que debemos tener en cuenta a la hora de grabar la predicación que luego emitiremos por YouTube, Facebook o cualquier otra red social.
Este artículo está pensado para pastores, profesores y profesionales que no tienen ningún conocimiento sobre el proceso audiovisual. No pretende ser exhaustivo, ni siquiera dar una formación básica de iniciación a la grabación en video. También he evitado utilizar palabras técnicas. Esa información está disponible en mi libro Manual de Medios de Comunicación. Aquí sólo indicaré las claves que pueden ayudar a mejorar nuestra comunicación en video sin ser aficionados o profesionales, simplemente por la necesidad de usar el medio audiovisual, que por cierto, ha venido para quedarse. Cuando termine la pandemia, el uso de las videoconferencias y los informes por video se habrán normalizado y seguirán siendo necesarios, de modo que cuanto antes comencemos a mejorar nuestra comunicación audiovisual, mejor.
Con el video pasa igual que con la escritura. Un niño que empieza a escribir puede hacer letras y palabras legibles, pero con trazos inacabados y faltas de ortografía. No obstante, al ser un niño, no le damos importancia, porque sabemos que poco a poco aprenderá. Muchos se han visto obligados a utilizar el lenguaje audiovisual en estos meses sin tener ningún conocimiento al respecto y guiados simplemente por su intuición. Igual que la intuición no es guía suficiente para que un niño aprenda a escribir, tampoco lo es para usar el lenguaje audiovisual. Por desgracia hay algunos que no le dan importancia y deciden seguir haciendo “garabatos” con el video, cuando aplicando unas claves sencillas podemos mejorar grandemente nuestra comunicación. El resultado merece la pena, de modo que espero seamos capaces de aplicarlas. Todas estas claves está pensadas sólo y únicamente para una persona que deber grabar un mensaje, conferencia o charla en video desde una oficina, capilla o un lugar cerrado y con una sola cámara.
1. UTILIZA UN TRÍPODE
No hay nada que distraiga más a la audiencia que una imagen que tiembla o que no para de moverse. La única forma de evitar ese movimiento es con un trípode, que además de estabilizar la cámara nos facilitará todo el proceso de grabación, nuestra ubicación, el encuadre, la iluminación y otros elementos que veremos a continuación. Como verás en el punto trece, aconsejo utilizar un anillo de iluminación que lleve incorporado el trípode, de modo que ese trípode será suficiente. .
2. USA UN TELÉFONO MÓVIL CON BUENA CÁMARA
Por supuesto, hay una gran diversidad de buenas cámaras en el mercado, pero para grabar un mensaje no necesitas complicarte la vida. Un buen móvil será más que suficiente, además, te permitirá grabar y emitir en directo por Internet a la vez. No obstante, si decides usar una cámara, estas claves también son válidas. Ahora bien, elige una cámara que tenga entrada de micro.
3. LIMPIA EL OBJETIVO
Los teléfonos suelen manipularse mucho y es fácil que el objetivo tenga manchas de grasa o suciedad. Es importante limpiar bien el objetivo con una gasa similar a la que usamos para limpiar las gafas, antes de grabar
4. COLOCA LA CÁMARA EN POSICIÓN HORIZONTAL
Por inercia, cuando usamos un teléfono para grabar, lo colocamos en posición vertical, pues esta es su posición natural, pero para grabar video debemos pensar en el medio que la audiencia usará para visualizarlo. Las televisiones ofrecen una imagen horizontal, de modo que debemos girar el teléfono y colocarlo en horizontal.
5. MIRA AL OBJETIVO
Es fácil mirar la pantalla del teléfono cuando estamos hablando pues atraer nuestra atención y queremos comprobar que todo está correcto, pero al perder contacto visual con la audiencia, perdemos capacidad comunicativa. Al igual que cuando hablamos con alguien cara a cara debemos mirarle a los ojo, cuando grabamos en video debemos mirar al objetivo.
6. COLOCA LA CÁMARA A LA ALTURA DE LOS OJOS
Algo tan sencillo como colocar la cámara a la altura adecuada es uno de los errores más comunes a la hora de grabar un mensaje en video. La mejor imagen de la cara se consigue cuando colocamos la cámara a esta altura.
7. DECIDE EL LENGUAJE NO VERBAL
Cuando damos una conferencia en un auditorio, normalmente lo hacemos de pie. También se puede hacer sentado y depende del contexto donde se imparta la conferencia para elegir un modelo u otro, pero no olvidemos que la imagen comunica incluso en silencio. Nuestra ropa, el peinado, el fondo que se vea detrás de nosotros, todo comunica un mensaje. Estar de pie comunica, por ejemplo, el valor y la urgencia que tú mismo le das al mensaje que quieres transmitir en la cultura occidental.
8. CUIDA EL ENCUADRE DE LA IMAGEN
Cuando hablamos de encuadre nos referimos a nuestra colocación en el plano de la imagen que se está grabando. Podemos estar en el centro o en un lateral, a la derecha o la izquierda. Nuestra colocación será en el centro si no hay nada a nuestro lado que queramos enseñar mientras hablamos. Pero si, por ejemplo, tenemos una pantalla a nuestro lado con imágenes que queremos compartir, debemos colocarnos al lado de la pantalla.
9. EVITA EL ESPACIO DE CABEZA
Aunque el espacio de cabeza es parte del encuadre, se comete este error con tanta frecuencia que hay que dedicarle un punto especial. Ese espacio es el que se deja entre la cabeza y la parte superior de la imagen. La mayoría de persona no se fijan en ese espacio muerto, que no comunica nada y graban mal. No debe dejarse ningún espacio de cabeza cuando grabamos.
10. ALÉJATE DE LA CÁMARA
La comunicación no verbal es muy importante que se trasmita en el vídeo. Por eso debemos alejarnos de modo que se nos vea cuando gesticulamos con las manos, leemos un libro o enseñamos un gráfico. Tampoco hace falta que se nos vea de cuerpo entero, sólo de la cintura hacia arriba.
11. USA UN MICRÓFONO
Aunque los teléfonos y las cámaras tienen micro, la distancia entre el micro y nuestra voz es lo suficientemente grande como para que nuestra voz llegue con poca fuerza o con el eco de la habitación. No olvidemos que el lenguaje audiovisual es mitad vídeo y mitad audio. Sería una pena que se nos viera perfectamente pero el sonido tuviera ruido o fuera incomprensible. Eso se soluciona usando un micro de corbata, por ejemplo el Boya BY-M1 con un precio muy asequible y una gran calidad. Si usas un iphone, necesitarás un adaptador para la conexión. Por cierto, introduce el micro por dentro de la camisa para que no se vea el cable y colócalo cerca del cuello.
12. COLOCA BIEN LA FUENTE DE LUZ
La iluminación es vital para que la imagen se grabe con claridad. Hoy las cámaras tienen mucha sensibilidad y parece que graban bien sea cual sea la iluminación del lugar, pero no es cierto. La calidad de imagen, las sombras en la cara, la nitidez de los colores, varía según la iluminación. La fuente de luz siempre debe estar detrás de la cámara y el trípode. Fíjate por donde entra la luz en el lugar de grabación y colócate de modo que esa luz ilumine tu cara. Nunca coloques la fuente de luz a tus espaldas.
13. REFUERZA LA ILUMINACIÓN BÁSICA
No es fácil conseguir una buena iluminación sólo con la luz natural, por eso es conveniente reforzar esa luz para corregir sombras e igualar la luz sobre la cara. No es necesario montar un plató en la oficina o la casa, pero sí reforzar la luz que nos llega a la cara. Algo tan sencillo como un anillo led puede eliminar las sombras y mejorar tu imagen. Por ejemplo el anillo Neewer 10″ Selfie. Si el anillo no es suficiente, hay muchas otras opciones que pueden ayudar. Si vas a grabar mensajes en video con frecuencia, esta debe ser una de las adquisiciones imprescindibles, al igual que el micrófono y el trípode, que suele acompañar al anillo led, no necesitas otro.
14. HAZ PRUEBAS
Una vez que tengas todo preparado, graba un pequeño vídeo y comprueba que ha salido bien. Sería terrible grabar una conferencia para descubrir que el micro no funcionaba al terminar.
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por Jane Blake | Jun 23, 2020 | Sin categoría
Parece que me contagié en el viaje que hice para repartir las cajitas de zapatos con regalos recogidas en España para los niños refugiados en los campos saharauis. Desde que empecé a sentir los primeros síntomas temía contagiar a la gente con las que estábamos en el campamento. Gracias a Dios nadie cayó contagiado en el desierto. En medio de mi temor entendí que mi enfermedad la conocía Dios y busqué refugio en sus palabras. Me dio mucho ánimo esta promesa: “ Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.” (Romanos 8.28)
En urgencias
Fui al hospital de urgencias con mi esposo, José Pablo, y por la noche nos enviaron a casa a confinamiento. Dos días después, José Pablo tuvo complicaciones con los pulmones y tuvo que ir urgentemente al hospital. Mientras yo en casa todavía no podía comer por complicaciones en la boca y la garganta, devolvía, tenía fiebre, tos, el sabor del agua era insoportable. José Pablo estuvo en el hospital una semana con neumonía, pero se recuperó y llegó a casa mucho mejor. Yo estaba confinada y me fui recuperando poco a poco. Mis hijas me traían la compra y así continué muchos días tomando únicamente la solución salina oral. Gracias a Dios, después de un mes, comencé a sentrme mejor y la doctora me dio de “alta”.
El misterio del virus
Durante varios días el misterio de un virus tan potente me asustó y me desconcertó. No podía creer que el gobierno consiguiera convencer a toda la nación para quedarse en casa de un día para otro. La Biblia dice: “Con tremendas cosas nos responderás tú en justicia, Oh Dios de nuestra salvación, esperanza de todos los términos de la tierra, y de los más remotos confines del mar” (Salmo 65.5), de modo que comencé a orar para que Dios eliminara este virus en todo el mundo. Dios nos dice en la Biblia: “El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas? (Romanos 8.32). En Dios tenemos todo lo que necesitamos. El Covid 19 me permitió tiempo para meditar y aprender que Él me daría todo. La debilidad tardó en desaparecer pero quedaron algunos temblores y otros efectos. Ahora vuelvo a la “nueva normalidad”. Para bien y para mal, Dios nos da todas las cosas.
por Blog Decision | Jun 15, 2020 | Sin categoría
Las videoconferencias forman parte ya de nuestra vida laboral y cotidiana. El teletrabajo nos ha obligado a ponernos al día en esta forma de comunicación que muchos solo usaban de forma esporádica anteriormente. Ahora se producen multitud de reuniones por Zoom, Skype, WhatsApp y otras aplicaciones, reuniones de trabajo en las que debemos transmitir un mensaje con claridad. Es importante transmitir bien ese mensaje no solo a través del audio, la voz, también a través del video, la imagen. La transmisión oral y escrita ha formado parte de nuestra vida siempre, de modo que no significó un gran cambio el uso de las nuevas tecnologías que solo afectaban a estas áreas de la comunicación. La llegada de la videoconferencia nos obliga a todos a pensar también en la imagen, en el vídeo. Es importante que cuidemos que esa imagen llegue con claridad y eficacia. Para conseguirlo, sigue estos trucos, que te ayudarán a mejorar tu comunicación.
COLOCA EN HORIZONTAL EL DISPOSITIVO
Algunas aplicaciones como Instagram o Facebook han popularizado el uso del móvil en vertical para grabar video, pero la inmensa mayoría de pantallas que hay en las casas y oficinas están en modo horizontal. Es un grave error grabar en vertical cuando vamos a hablar en una videoconferencia porque la imagen que emitimos no encaja en el formato que por defecto ofrecen los programas de videoconferencias, que es el horizontal. También si vas a grabar un video que luego se emitirá en la videoconferencia, recuerda de grabarlo en modo horizontal.
LIMPIA LA CÁMARA
Es muy fácil que el objetivo de la cámara del teléfono móvil, celular, tablet, ordenador se ensucie. Una mota de polvo o una huella pueden emborronar la imagen y distorsionarla. Pasa un paño por el objetivo y comprueba que está limpio antes de comenzar la videoconferencia. Es muy importante visualizar tu imagen en el dispositivo antes de la conexión para comprobar que está correcta.
ACÉRCATE AL ROUTER
Las interferencias, los cortes en la conversación, las imágenes congeladas o borrosas son indicadores de que la señal de Internet es débil. Busca siempre el lugar más cercano al router para mantener una buena señal de Internet durante la videoconferencia. También, si es posible, conéctate por cable de red al router, de este modo no dependerás de la calidad de la señal wi-fi que suele ser más débil e inestable.
COLOCA LA FUENTE DE LUZ DETRÁS DE LA CÁMARA
Busca una posición donde tu cara quede iluminada de forma natural. Lo más fácil es colocarte mirando hacia una ventana y poner el teléfono/ordenador entre tú y la ventana. Si es de noche o no hay una ventana disponible, coloca una lámpara que ilumine bien tu cara.
EVITA RUIDOS
Recuerda que una videoconferencia transmite vídeo y audio. Si hay ruido en tu entorno, será muy difícil entender lo que dices. Procura que haya silencio a tu alrededor.
ALZA LA VOZ
El micrófono en los teléfonos móviles y ordenadores es bastante sensible, pero nuestra voz se escuchará mucho mejor si hablamos con fuerza. No hace falta gritar, pero sí hablar con claridad, que se oiga alto y claro.
PON LA CÁMARA A LA ALTURA DE TUS OJOS
Tu mejor imagen se transmitirá cuando la cámara esté a la altura de tus ojos. Utiliza unos libros o una estantería para subir el ordenador o teléfono móvil de modo que solo se v
ea la pared que está detrás de ti. Si puedes ver el techo es porque no tienes la altura o la inclinación correcta.
MIRA AL OBJETIVO DE LA CÁMARA CUANDO HABLES
Al igual que cuando hablas con cualquier persona le miras a los ojos como señal de atención, en videoconferencias debes mirar al objetivo de la cámara cuando hables. Por inercia todos miramos la pantalla en lugar de al objetivo, para corregirlo, reduce la pantalla del software de videoconferencia y colócala al lado del objetivo.
ALEJA LA CÁMARA
Extiende tu mano de modo que la cámara quede al borde de tus dedos. Así, el plano será mucho más agradable y nadie verá los poros de tu nariz. El mejor plano es cuando puede verse desde el pecho hasta el pelo de tu cabeza.
CUIDA EL DECORADO
Evita que detrás de ti se vean cuadros, libros y objetos que distraigan o generen conflicto. Por ejemplo, si se ve una bandera del Real Madrid, habrá personas que estarán incómodas en la videoconferencia.
CORRIGE EL ESPACIO DE CABEZA
Mueve la cámara para que no quede ningún espacio entre tu pelo y la parte superior de la pantalla. Ese es un espacio muerto que no sirve de nada, a no ser que haya una foto especial que quieras que todo el mundo vea durante la videoconferencia.
VÍSTETE COMPLETAMENTE
Aunque estés en casa, puede surgir la necesidad de levantarse o moverse durante la videoconferencia, y dejar al descubierto que no estás vestido completamente. Aparte de las risas que provocarás, tu credibilidad quedará dañada.
EVITA EL EFECTO MOIRÉ
La ropa con cuadritos pequeños, rayas finas o dibujos repetitivos, puede generar este efecto moiré que genera interferencias en la imagen que distrae y distorsiona el color original de la ropa. Usa ropa de un solo color o con cuadros, rayas o dibujos grandes no repetitivos.
Si tienes en cuenta estos trucos, tu imagen mejorará en las videoconferencias y conseguirás una mejor comunicación, de modo que tus ideas y opiniones lleguen al resto de participantes de manera clara, sin ruidos ni interferencias que dificulten la experiencia.
José Pablo Sánchez
por David de Lago | Jun 5, 2020 | Sin categoría
Unos piden kilos de comida, otros mascarillas, otros botellas de agua y otros fondos para el desarrollo de una vacuna. La solicitud de fondos para la emergencia del coronavirus se ha multiplicado, porque estamos ante una pandemia global terrible. Quiero animarte a que te impliques y colabores en todas esas iniciativas porque cualquier ayuda es importante y necesaria. Gracias a Dios, en estos tiempos de tanta necesidad, la generosidad también se ha multiplicado permitiendo ayudar a muchas familias en situación de grave vulnerabilidad.
Como seguro sabes, las secuelas de esta crisis no sólo son sanitarias y económicas, también son emocionales y espirituales. Con la crisis ha aumentado los divorcios, así como el consumo de ansiolíticos y antidepresivos para paliar el temor, la ansiedad y la desesperanza que muchos están sufriendo.
No voy a pedirte dinero para pastillas, pero sí tu ayuda para llevar el mensaje de esperanza a todas esas personas que están sufriendo las secuelas del coronavirus.
Si, quiero colaborar con Decisión
Desde el inicio de la crisis Decisión ha multiplicado sus esfuerzos en el ministerio de Evangelización por Internet. El número de personas que han orado y dejado sus datos para hacer un discipulado se ha multiplicado y están siendo atendidas por nuestros consejeros online.
También el número de hermanos que se han dado de alta como consejeros online. ha aumentado. Es una gran bendición ver a tantos con ilusión aprovechando el confinamiento para compartir su fe y ayudar a los nuevos convertidos. Decisión está coordinando la formación de estos nuevos consejeros y preparándoles para que realicen una labor eficaz.
Además, Decisión, en colaboración con Nick Vujicic ha traducido y lanzado un video con el mensaje de esperanza que está trayendo paz al corazón de muchas personas que sufren de temor y ansiedad por un posible contagio o la pérdida de un ser querido.
En estos días de confinamiento también hemos lanzado el calendario de oración “Aquí se ora por la evangelización de España” con un tema de oración para cada día del mes, enfocado en los pueblos sin testimonio, la obra pionera y las secuelas de la pandemia. Desde que comenzó la crisis Decisión ha estado en la brecha, anunciando el mensaje del amor de Dios. Nos duelen los hambrientos, pero también los perdidos sin Dios y sin esperanza. Para continuar con nuestra misión, tu apoyo es vital. Las víctimas del coronavirus te necesitan, colabora antes que sea demasiado tarde.
Si, quiero colaborar con Decisión
Sirviendo al Maestro,
José Pablo Sánchez