Es bastante triste la situación de racismo que se vive alrededor del mundo, no solo en los Estados Unidos de América. La muerte de George Floyd es la punta del iceberg. Tras su muerte injustificada producida por un policía de Minneapolis se ha producido una escalada de acontecimientos que nos llevan a muchos a ver que algo no está funcionando. Por esto queremos aportar nuestro granito de arena proponiendo 5 cambios en nuestra sociedad para que esto no vuelva a suceder.
1. Acercarse a Jesús todos los días
Parece un cliché, pero no es así. Jesús es el creador de todos los seres humanos, el ama a todos incondicionalmente de su piel, su sexo, sus pensamientos, (Juan 3:16). Una vida que pasa mucho tiempo con Jesús, influirá en respeto y amor a las personas de su alrededor.
2. Educa desde la niñez
Somos responsables tanto en casa, como en las escuelas dominicales y el púlpito de hablar sobre el racismo y dar a conocer la opinión que tiene Dios sobre esto. (Santiago 2:1) Educa a tu familia a crecer en respeto a todo el mundo y hablar en contra del racismo con argumentos.
3. Crea oportunidades
Da espacio en tu iglesia a personas que han sufrido racismo. Ellos son los que tienen que hablar, y nosotros tenemos que escuchar. Tristemente se les da muy poca oportunidad a las personas que han sufrido racismo a opinar sobre el tema y a expresar como se sienten.
4. No te calles
El silencio en estos temas es dañino. Por ejemplo, cuando a tu hijo le hacen daño y está llorando desconsoladamente porque han sido injustos con él, y tú no haces nada. Le miras, pero no le consuelas, no le abrazas, no le defiendes. Es lo mismo, el silencio no es la solución y duele.
5. Ora
La oración es el mayor poder que tiene la iglesia. Todo cambio empieza en la oración del pueblo de Dios.
Toda vida importa para Dios.
David de Lago
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